Turquía acepta la ayuda internacional ante la magnitud del desastre
En Turquía fueron saqueados 17 camiones con ayuda humanitaria que llevaban alimentación y ropa para los afectados por el terremoto de pasado domingo que devastó el país y dejó más de 480 muertos y 1.650 heridos. La Media Luna roja, responsable del convoy, ha confirmado que desconocidos les asaltaron en el centro de la ciudad de Van y en la localidad de Ercis al este del país.
Este miércoles la población turca ha empezado a recibir la colaboración extranjera por parte de 30 estados, incluido Rusia e Israel, país con el que Turquía mantiene tensas relaciones por el ataque a la Flotilla de La Libertad. Así Israel ya ha anunciado que prepara el envío de estructuras que puedan ser empleadas como viviendas. Japón que todavía lucha contra las consecuencias del maremoto de marzo de 2011 ha declarado que donará 400.000 dólares.
Turquía ha aceptado la ayuda extranjera después de que el gobierno turco había reconocido la insuficiencia de sus medios. El primer ministro del país aceptó que "en las primeras 24 horas hubo carencias" en el operativo de rescate.
Según un comunicado del Ministerio turco de Asuntos Exteriores, se necesitan tiendas de campaña y casas prefabricadas para alojar a los cientos de personas que han perdido sus hogares y que en muchos casos han tenido que pasar la noche a la intemperie con temperaturas muy bajas.
Hallan a más sobrevivientes
Tres días después del terremoto continúan apareciendo sobrevivientes. El martes pasado, después del milagroso salvamento de un bebé de dos semanas y un niño de 10 años, los socorristas lograron rescatar a dos personas que estuvieron entre los escombros más de tres días.
La maestra de inglés Gozde Bahar fue rescatada con heridas y hospitalizada inmediatamente en Ercis, la ciudad más afectada por el siniestro. Su corazón dejo de latir cuando estaba siendo atendida por los médicos pero lograron revivirla.
Un universitario de 18 años fue el rescate más reciente, mientras los socorristas trabajan a contrarreloj para encontrar más sobrevivientes.