Latakia, parada obligada en el mapa de la represión siria
El ejército sirio mantiene rodeada la ciudad de Latakia, en el oeste del país, después de la deserción de decenas de soldados en la zona, según afirman varios medios. Las fuerzas armadas combaten así la insubordinación entre los militares.
Las gestiones diplomáticas de Rusia
Entretanto, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, envió un mensaje a su homólogo sirio, Bashar al-Assad, pidiéndole el cese urgente de la violencia en el país.
De acuerdo con la página web de Kremlin, la carta del mandatario ruso fue entregada a Al-Assad el 29 de agosto por el viceministro de Exteriores ruso, Mijail Bogdánov, que visitó a Damasco en calidad del representante oficial del presidente ruso.
“En el curso de la conversación sobre la situación en Siria, la parte rusa hizo hincapié en la necesidad de que ambas partes renuncien urgentemente y por completo a la violencia, y de que procedan sin demora a dar pasos concretos para llevar a cabo las reformas anunciadas por las autoridades sirias”, reza el comunicado de la presidencia rusa.
Asimismo, se informa que durante el encuentro ambas partes hicieron constar que “la oposición no debe evitar el diálogo ofrecido por las autoridades sirias”, ya que “sólo mediante un diálogo se podrá garantizar la paz y la concordia en el país”, así como “el avance de Siria hacia las transformaciones democráticas.”.
El proyecto de resolución de la ONU sobre Siria presentado por EE. UU. y la Unión Europea es absolutamente “subjetivo”, dijo hoy a RT el embajador ruso en la ONU Vitali Churkin.
“El anteproyecto es absolutamente subjetivo y contempla únicamente presión sobre la cúpula siria”, destacó el diplomático ruso. Asimismo, Churkin estima que “el documento no contiene la necesidad de establecer un diálogo político, ni insta a la oposición a mantener este diálogo con las autoridades”.
Churkin recalcó que la versión rusa del proyecto ya está redactada. “El texto es definitivo y podrá ser sometido a votación mañana mismo”, dijo.
El corresponsal de RT Francisco Guaita nos informa desde Latakia:
Hace casi dos semanas esta parte de la ciudad de Latakia estuvo asediada por los disparos. El ejército sirio entró en esta urbe para frenar, según su versión, los actos de violencia de grupos armados. Sin embargo, la oposición habla de una represión brutal contra los manifestantes y de que hasta aquí incluso llegaron buques con artillería pesada.
Este es uno de los videos colgados en youtube que encendió la mecha que probaba que un distrito suní de Latakia estaba siendo golpeado por el ejército. Allí no había prensa internacional. Este tipo de documentos eran los ojos del mundo para ver lo que pasaba en ese lugar.
Sin embargo, unos días después, al llegar a la zona afectada, todas las personas con las que hablamos coinciden en una misma versión.
“Algunos personas desconocidas comenzaron a gritar por el barrio que el ejército nos iba a disparar desde el mar. Yo no me moví de aquí. Mi casa está a cien metros del mar y durante esos días sólo observé los petroleros de siempre. Nada más”, dijo a RT Ahed Gubun Abu Jamil, residente del barrio Al Rana Al Finistini.
Lo que sí que hubo fueron disparos. De acuerdo con diversos testigos, durante varios días, los militares sirios y distintos grupos armados mantuvieron enconados enfrentamientos.
El suni Suhi Saleiman comparte esta impresión: “Te aseguro que las fuerzas armadas no dispararon por disparar. Sólo respondieron a la provocación de estos bandidos. Yo lo vi con mis propios ojos.”
Según cifras del gobierno, murieron 2 oficiales y 10 civiles. La oposición afirma que fueron asesinados decenas de civiles. En medio de todas estas disputas se encuentran los vecinos del barrio suní, que sufrieron daños colaterales.
Este es el campamento de refugiados palestinos. Aquí viven 7.000 personas, de las que 5.000 fueron de nuevo desplazadas debido al fuego cruzado.
En este estadio de fútbol permanecieron durante casi una semana. De acuerdo con la prensa internacional llegaron allí obligados y recibieron maltratos por parte del ejército. Una versión que choca con su testimonio. “Yo me marché a refugiarme al estadio cuando las fuerzas armadas estaban luchando contra las bandas armadas porque tengo niños. Pero, nadie nos forzó a ir allí”, relata a RT un palestino llamado Mohamad Fallaha.
El silencio, sin embargo, sí que es algo forzado en Latakia. Muchas personas quieren hablar pero no pueden. El equipo de RT sólo pudo charlar con una persona, pero fuera de cámara.
“El gobierno es el culpable del conflicto en Latakia. Antes queríamos reformas en el ejecutivo y las pedíamos pacíficamente. La situación actual es consecuencia de esperar 5 meses de promesas incumplidas y de ver cómo están actuado el ejército”, estima Wassim, ciudadano de Latakia.
No obstante, en la ciudad son pocos ya los que niegan la existencia de grupos armados y muchos los que reclaman la paz en el país.
“Nos estamos matando entre nosotros mismos. Antes nos uníamos contra nuestro enemigo. Ahora, nuestro principal objetivo es hacernos añicos. Cuando uno está así, cómo puedes echar la culpa al presidente. Podemos acabar siendo otro Irak”, se lamenta Najah, ciudadano suní.
Mientras tanto, en las calles se respira con incertidumbre la posibilidad de que surjan otros enfrentamientos que causen más víctimas...
En estos momentos, Latakia es una ciudad de contrastes. La rutina de la mayoría de sus ciudadanos se mezcla con los gritos de protesta de otros muchos, la violencia de las bandas armadas y la represión de las fuerzas gubernamentales. El punto común en el que coinciden todos ellos es el temor a descubrir el futuro del país.