Caricaturas reemplazan los carteles oficiales de Gaddafi
El infierno, la basura e incluso la Luna, son algunos de los destinos que muchos libios desean para el ya ex dirigente de su país, Muammar Gaddafi. Con humor, su imagen está por todas partes. Eso sí, atrás quedaron los carteles oficialistas, ahora han pasado a ser caricaturas.
Estos dibujos están llenos de significado. Mohammad el Alam, un artista callejero, asegura haber recuperado la inspiración con la revolución y desde la huída del coronel, ha llenado las paredes de su barrio de pinturas del depuesto líder libio.
“Al principio Gaddafi llamaba ratas a quienes íbamos contra él. Ahora él es la única rata y quiero que todo el mundo lo vea”, comenta Mohammad al mostrar sus caricaturas.
Y es que el coronel se ha ganado este apodo, ‘la rata’, por los numerosos búnkeres y túneles secretos que las nuevas autoridades libas han encontrado en el subsuelo de Trípoli, y donde especulan que podría estar escondido.
“Si Gaddafi viera estos dibujos seguro que se pondría furioso y se volvería más loco de lo que ya está”, dice el artista.
Mohammad se ha convertido en todo un ídolo entre sus vecinos y ya varios le han pedido que decore con su arte y buen humor las fachadas de sus casas. Como él, son muchos los libios que han salido a las calles con sprays y pinturas para plasmar en las paredes los sentimientos que habían acumulado, tras más de 40 años de régimen. Algunos muestran su odio por el ‘chefchufa’, o el de los rizos, como despectivamente llaman al ex líder en su tierra, otros celebran así el comienzo de una nueva Libia libre; y hay quienes incluso ven en estas caricaturas, la esperanza de las nuevas generaciones.
Como por ejemplo Anas Fergani, a sus 16 años, y junto a un grupo de amigos, ha comenzado una revista para mantener el entusiasmo que hoy se respira en las calles de la capital.
“Me uní a este proyecto por mi país, por Libia. Cuando Gaddafi estaba al frente, no había libertad de expresión, él lo controlaba todo. Ahora puedo hablar de lo que quiera sin que nadie me lo prohíba”, exclama el fundador de esta publicación antigadafista.
Y lo hace a través de imágenes humorísticas. “Es importante reírse de Gaddafi y de su gente, porque nos han hecho cosas terribles. Se estaban riendo de nosotros, así que ahora nos toca a nosotros reírnos de ellos”, argumenta Anas.
El buen humor se ha convertido en uno de los antídotos de la población libia para afrontar esta sublevación. Sin embargo, resulta curioso ver la imagen de Gaddafi, que sigue igual de presente en las calles de Trípoli. Y es que parece que a los habitantes de este país todavía les llevará un tiempo acostumbrarse a su ausencia.