Soldado británico absuelto por torturas en Irak, culpable para una comisión
Una nueva investigación independiente revela que la muerte de un joven civil iraquí en 2003 fue consecuencia de los métodos violentos de interrogatorio aplicados por soldados británicos que anteriormente fueron absueltos del delito de maltrato.
El presidente de la investigación, William Gage, señala también que hubo un “fracaso corporativo” en el Ministerio de Defensa que no pudo controlar los métodos de interrogatorio utilizados en Irak.
El recepcionista y padre de dos hijos Baha Mousa, de 26 años de edad, fue detenido en septiembre de 2003 junto a otros nueve iraquíes tras una redada del Ejército británico que había encontrado armas en un hotel de la ciudad de Basora en el sur de Irak. 36 horas después falleció a causa de las 93 heridas recibidas durante el interrogatorio y de la falta de sueño y de alimentación.
En 2005 se inició una investigación judicial sobre los supuestos torturadores. El cabo Donald Payne fue considerado el responsable directo de la muerte de Mousa, condenado a 12 meses de prisión y expulsado del Ejército. Sin embargo, meses después fue absuelto del delito de asesinato.
Por su parte, el Ministerio Defensa aceptó pagar la indemnización de unos 3,4 millones de dólares a la familia de Mousa y a los otros iraquíes detenidos en esa redada.
La Comisión que realizó la reciente investigación no puede exigir que se inicie un nuevo caso penal pero la Fiscalía podría hacer uso a sus conclusiones.