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Europa no escatima recursos para el bótox

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A pesar de la grave crisis financiera que reina en Europa, las ventas de bótox, así como la demanda de diferentes servicios de cirugía plástica, sigue creciendo a pasos agigantados. Es lo que aseguran los grandes productores europeos del bótox, el material que ayuda a la gente a parecer más joven

A pesar de la grave crisis financiera que reina en Europa, las ventas de bótox, así como la demanda de diferentes servicios de cirugía plástica, sigue creciendo a pasos agigantados. Es lo que aseguran los grandes productores europeos del bótox, el material que ayuda a la gente a parecer más joven.

"Me sorprendió que el deseo de la gente de parecer atractivos y más jóvenes, motivado socialmente, resulta más fuerte que la economía", dijo en un comunicado David Piott, el consejero delegado del fabricante de bótox, la compañía estadounidense Allergan.

En los dramáticos tiempos que viven varios países de Europa, los habitantes europeos prefieren ahorrar dinero en cualquier cosa menos en las 'milagrosas' inyecciones de bótox. Incluso en los países sureños de Europa ahora el aspecto atractivo se valora más alto que nunca. "Cuando echo un vistazo a nuestros datos europeos, e incluso aquellos que vienen desde el sur de Europa, donde según los medios mundiales la situación es deplorable, vemos un crecimiento significativo en nuestro mercado", señala con cierta alegría Piott.

¿Sin bótox no hay trabajo?

En teoría uno decide someterse a una cirugía estética cuando no se siente satisfecho con su aspecto y quiere, por ejemplo, aparentar ser más joven y atractivo al lado de su pareja. Pero últimamente varios estudios sociales muestran que, además de la obsesión por resultar atractivo para otra persona, muchos se ven obligados a cambiar su aspecto principalmente para sí mismos.

Así, muchos creen que los cambios de aspecto favorecen a la carrera y ayudan a recibir un salario más alto. Por ejemplo, un reciente estudio que tuvo lugar en Rusia reveló que la mayoría de los rusos que se sometieron al estudio y se hicieron las inyecciones de bótox y otras operaciones estéticas creen que los cambios estaban justificados. Casi la mitad consiguió encontrar un mejor trabajo. Un tercio dijo que el trabajo se convirtió en una tarea más fácil y que comenzaron a apreciarlo más.

Entre tanto, según el jefe de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Plásticos (ASPS, por sus siglas en inglés) son las personas de unos 55 años las que más recurren a la cirugía estética. Además, subraya que sus principales clientes son los hombres que tienen miedo de perder el trabajo, por eso deciden hacerse un 'retoque'.

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