Erpac, uno de los principales grupos criminales de Colombia, se entrega a las autoridades
La jornada de hoy ha marcado el inicio del sometimiento a la Justicia de una de las bandas criminales más poderosas de Colombia. Se planea que unos 150 miembros del Ejército Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac) lleguen este viernes a la ciudad de Villavicencio para entregarse voluntariamente a las autoridades. Está programado que serán seguidos por unos 300 militantes más en los próximos días.
"Si realmente tienen todas las intenciones de desmovilizarse y no delinquir más, le están haciendo un gran favor a nuestro país, porque básicamente su principal actividad está orientada al narcotráfico", comentó la iniciativa de Erpac el general Luis Alberto Pérez, director de la Policía Antinarcóticos de Colombia.
Una vez los criminales sean identificados oficialmente, serán interrogados y según lo que confiesen se les imputarán los respectivos delitos, reporta la Fiscalía. Precisa, además, que todos ellos serán judicializados por concierto para delinquir y porte ilegal de armas.
La noticia sobre la llegada de los Erpac a Villavicencio hizo reunirse en la localidad no solo a detectives y agentes de policía, sino también a una multitud de personas cuyos íntimos se dan por desaparecidos en el sur y sureste del país. Su esperanza ahora es que algunos de sus seres queridos podrían estar en este grupo sometido a la justicia. "Mi corazón de madre me dice que lo puedo encontrar aquí", dijo a AFP Hercilia Gallo, una mujer que desconoce el paradero de su hijo, de 18 años de edad, desde noviembre de 2010.
El Erpac anunció la intención de la entrega masiva de sus hombres en noviembre pasado a través de una carta suscrita por los jefes de la organización. En su declaración para la revista Semana, Eberto López Montero, alias 'Caracho', el líder de la banda que sustituyó en este puesto a Pedro Guerrero, alias 'Cuchillo', abatido hace un año, comunicó: "Quiero acabar con el Erpac, porque me cansé de la guerra y porque me di cuenta de que este es un conflicto que no tiene vencedores ni vencidos. Esto no es ni negociación ni desmovilización. Es sometimiento".
La entrega ha sido intermediada por la Cruz Roja, la Iglesia católica y la Defensoría del Pueblo, un organismo de control del Estado Colombiano cuya función es garantizar los derechos humanos.
Según comentó a RT el analista político para América Latina, Zbígnev Ivanovski, el diálogo con la guerilla supone un logro significativo en la política de Santos que ayudará a disminuir el nivel de violencia en el país. Asimismo, explicó el experto, la desmovilización ayudará a los miembros de Erpac a integrarse en la vida civil. “Es una salida mejor que continuar la lucha en la selva”, concluyó Ivanovski.