Codo a codo contra la adversidad: mujeres pulseadoras de Osetia del Norte

Codo contra codo. Para algunas mujeres de la República rusa de Osetia del Norte la lucha de brazos o pulseadas se ha convertido en una pasión y pese a los numerosos obstáculos económicos para practicarla, sacan de sus músculos la fuerza para triunfar.

Aunque podría parecer que pulsear es una tarea que solo demanda fuerza de los músculos de los brazos, en realidad requiere un trabajo corporal completo y si hablamos a nivel profesional, hasta el alma hay que involucrar si se quiere destacar en este tipo de deporte.

Para Luisa este deporte es su vida y su mayor causa de alegría. Ella pasa horas en el gimnasio para poder mostrar algún día su talento. Por ahora es un sueño que no puede financiar, no obstante no pierde la esperanza de que lograrlo algún día.

“Puede que no sea una comparación correcta, pero para mí el deporte es como un pantano. Una vez que has entrado ahí simplemente ya no hay salida. He intentado dejarlo pero no puedo vivir sin él”, comenta a RT.

Pero su entrenadora, Albina Gusálova, cree que este sueño ya lo ha realizado, pues esta 'supermujer' ha conseguido medallas de oro en 10 campeonatos del mundo y 14 de Europa. Nacida en un pequeño pueblo montañoso, Luisa no esperaba conquistar cimas tan altas. Admite que ya ha alcanzado todo lo que quería en su carrera y que es hora de dejar espacio a los jóvenes. Lo único que lamenta es la escasa atención social que se da a las pulseadas, lo que hace que a menudo los deportistas abandonen la practica de este deporte por falta de apoyo institucional y económico.

“A veces simplemente no tenemos dinero para ir a las competiciones. Después de entrenar tanto tiempo las chicas no tienen los estímulos para seguir haciéndolo y más cuando se les dice que no hay posibilidades de ir a no ser que consigan el dinero ellas mismas”, lamenta la entrenadora.

Pero la perseverancia de las mujeres que practican este deporte en la república rusa de Osetia del Norte sirve de ejemplo e inspiración para muchas otras, que quizá al principio hayan dudado de lo 'femenino' de esta modalidad. Entre sus ventajas está que es un deporte que no requiere demasiados accesorios deportivos y se practica a cualquier edad.

Sin importarles la falta de apoyo, Albina o Luisa han colocado a Rusia como una potencia en las pulseadas y si algún día se incluyera entre los deportes olímpicos, sin duda darían a su país una presea pues ya son expertas en luchar codo codo contra la adversidad.