Un ex guerrillero asume la alcaldía de Bogotá con las armas en el punto de mira

Prohibido llevar armas de fuego en las calles de Bogotá. Con esta promesa bajo el brazo comenzó su mandato el nuevo alcalde de la capital colombiana, Gustavo Petro.

Aunque su propuesta choca con la ley vigente en Colombia, que sí permite poseer armas, Petro espera reducir los índices de delincuencia en la capital.

El alcalde fue un guerrillero izquierdista del grupo M-19 que firmó un acuerdo de desmovilización con el gobierno de su país y dejó las armas en 1989. Es por esta razón que varios expertos contemplan su iniciativa de prohibir el porte de armamento en las vías públicas como legítima y positiva.

“El hecho de que Gustavo Petro sea un ex guerrillero del grupo M-19 y utilizara armas durante varios años de su vida, o que participara en asaltos contra las instituciones de la policía y del ejército, lo legitima para este tipo de propuestas y lo convierten en un autor creíble con una propuesta que él en el fondo considera legítima”, asegura el periodista Ramón Jimeno en declaraciones a RT.

Sin embargo, Jimeno cree que “la gente no cree en este tipo de propuestas" porque "la fuerza pública en Colombia es muy limitada, sobre todo en los temas urbanos", razón por la que -explica- "un ciudadano se siente indefenso”. “En este proceso la alcaldía no tiene facultades legales. Depende más del Estado Nacional, del Gobierno central”, opina el experto.

“No es mucho lo que la alcaldía puede hacer para reducir la delincuencia en una ciudad como Bogotá. Simplemente puede convocar a la ciudadanía para que coopere más con la fuerza pública”, concluye Jimeno.