Musulmanes de EE. UU. aplican 'la ley del silencio' y se niegan a cooperar con la Policía
La vigilancia continua por parte de la Policía neoyorquina sobre las comunidades musulmanas, que se inició para prevenir actos terroristas, ha dado un giro inesperado para las autoridades: ahora activistas llaman a los creyentes del Islam a que se nieguen a cooperar con los agentes en el mayor grado posible.
Los líderes de la comunidad musulmana, mientras tanto, abiertamente enseñan a la gente a identificar a los informadores policiales y aconsejan siempre consultar con un abogado antes de hablar con las autoridades sobre cualquier tema.
Para la próxima semana ya se ha organizado una manifestación en Nueva York, donde los musulmanes van a expresar su indignación por las actuaciones de las fuerzas de seguridad, que continúan vigilando hasta los menores detalles de su vida cotidiana para poder detectar a posibles terroristas.
A su vez, entre la Policía esta táctica, que gana cada día más popularidad, solo refuerza las posiciones de la idea de que los musulmanes son una comunidad muy cerrada, y que para identificar a posibles amenazas, es imprescindible aplicar "métodos especiales".
La nueva ola de irritación de los musulmanes de EE. UU. fue provocada por las recientes revelaciones de los medios de comunicación, que han informado cómo agentes secretos se han infiltrado en varias comunidades musulmanas, a veces, sin tener ninguna evidencia de actividades peligrosas.
También salió a la luz la búsqueda de datos detallados de centenares de mezquitas en territorio estadounidense. Luego la Policía usó la información obtenida para ejercer una vigilancia casi absoluta en dichas comunidades.