Fotografías: Museo Estatal de Historia de Rusia
Quiero compartir con los lectores de esta página web fotografías de la exposición permanente del Museo Estatal de Historia de Rusia. Ello para cumplir uno de los objetivos originales de este blog: difundir situaciones, impresiones e imágenes que me parecen llamativas o conjeturo interesantes para quienes viven una realidad distinta a la que tiene lugar en esta zona del planeta y cuya lengua nativa es el español. Se trata de una suerte de continuación lógica de la nota precedente, situada en la entrañable Plaza Roja.
Cosa vivida, cosa tocada, cosa observada… No conjeturas. No cavilaciones vagas. No guiños al lector con extensas y “documentadas” elucubraciones conspirativas (casi esquizofrénicas, a menudo contradictorias y de coherencia bastante antojadiza) en las que todo conspira contra todo con fines tortuosos y destructivos: el espectáculo es llamativo y despliega muchos fuegos artificiales por doquier (links, fotos, videos, etc., etc., etc.). Y gusta. Y entretiene. Y encanta. Y es la última moda. Y permite “opinar” de todo, absolutamente todo lo que se quiera, sobretodo en el indestructible anonimato de Internet...
La apuesta aquí es otra: tratar de escarbar en busca de luz ahí donde parece reinar la oscuridad; brillo y belleza antes que opacidad e inarmonía, esperanza y cielo en vez de desaliento. Preservar lo bueno que sobrevive en el mundo antes que plantear de forma majadera- todas las eventuales razones por las que el hombre no puede sino que esperar su aniquilación absoluta.
Pasear por un museo histórico probablemente parezca hoy lo más anticuado, añejo y aburrido del mundo. Por supuesto que un club de baile o un bar tienen más “emoción” que un laberinto de salas con objetos inanimados provenientes de tiempos remotos. Sea. Pero todo depende del ojo con que se mire.
Conocer vestigios representativos del pasado de un país puede resultar tan fascinante, arrebatador y entretenido como la mejor jornada de juerga o parranda que se pueda imaginar. Al fin y al cabo, remiten al modus vivendi de generaciones de hombres y mujeres que llegaron lo más lejos que les fue posible en la ruta de la civilización. Son nuestros padres y madres. Abuelos y abuelas. Tatarabuelos y tatarabuelas. Sin ellos, no seríamos lo que somos. Tampoco tendríamos lo que tenemos. El iPad que luce con tanto encanto como coquetería, amigo(a) mío(a), no salió de la nada misma y la cosa ninguna: es consecuencia de una serie de descubrimientos que se remontan muchos, muchos años atrás, tantos que no es posible precisar. Ni el huevo ni la gallina fueron primeros y sin la existencia de uno(a) la de ambos estaría confinada a la nada.
De ahí lo provechoso de visitar un museo: nos permite recordar quiénes somos y hemos sido… en momentos en que presumimos tanto de saber lo que seremos.
Del Museo
Omitimos en esta reseña aspectos informativos específicos del centro de exposiciones moscovita donde se tomaron las siguientes imágenes. Incluimos, sin embargo, vínculos que aportan información sobre el tema. El lector –como siempre- puede seleccionar, interpretar y juzgar a su gusto lo que le resulte de interés. Así ha de ser. Nobleza obliga.
RT en español
(Lugares de interés de la capital rusa)
Página oficial del museo
Wikipedia
Más de 90 fotos del Museo Estatal de Historia de Rusia a continuación.
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