Una iglesia celebra servicios sin parar para evitar que deporten a los refugiados que acoge
Diferentes ministros protestantes de Países Bajos celebran servicios religiosos de manera continua en la iglesia Bethel de La Haya desde el pasado 26 de octubre para proteger a una familia armenia que vive refugiada en ese país europeo desde hace casi nueve años y corre el riesgo de que la deporten.
Los Tamrazian huyeron de Armenia con sus tres hijos después de que empezaran a recibir amenazas de muerte por el activismo político del padre de familia. Tras recibir asilo en Países Bajos, el Gobierno local inició procedimientos legales y logró que las autoridades neerlandesas revocaran esa decisión judicial.
"Al ofrecer hospitalidad a esta familia, le podríamos dar tiempo y lugar para [demostrar] al secretario de Estado la urgencia de su situación", ha asegurado a Quartz el presidente del Consejo General de Ministros Protestantes, Theo Hettema, quien estima que apelar las solicitudes de asilo podría formar parte de la estrategia gubernamental para limitar la inmigración.
Vrijdag 23/11 begint #kerkasielBethel aan de vijfde week, met meer dan 400 voorgangers uit het hele land op het rooster, 3500 getelde bezoekers en 17 coördinatoren.En de familie Tamrazyan al bijna 700 uur onder ons dak.Lees meer op https://t.co/8td6jkmN85. pic.twitter.com/vjQFz5TfGW
— Stek Den Haag (@StekDenHaag) 23 de noviembre de 2018
El último intento de los Tamrazian para quedarse en Países Bajos de manera legal fracasó: el Gobierno neerlandés rechazó aplicar a su caso el mecanismo que permite quedarse a las familias de refugiados con niños que viven en el país desde hace más de cinco años. Entonces, acudieron a la comunidad religiosa en busca de ayuda y la iglesia Bethel decidió ofrecerles asilo.
Hettema reconoce que esta petición colocó a su iglesia en una situación incómoda porque no debería tener que elegir entre el respeto a la dignidad humana o al Gobierno, pero optó por recibir a esos refugiados para mantenerse fiel a su "apertura y hospitalidad".
Hasta el momento, los Tamrazian han evitado su deportación porque la legislación de Países Bajos establece que la Policía local no puede entrar en los lugares de culto mientras se celebran servicios religiosos. Por su parte, Theo Hettema ha asegurado que la iglesia Bethel no planea cesar su actividad y espera que el ministro de Migración neerlandesa, Mark Harbers, les otorgue permisos de residencia.
Kerk Den Haag neemt kerkasiel Armeens gezin over #hayarpi#tamrazyanhttps://t.co/9sKzEgf7Bepic.twitter.com/e9711b5adH
— RD.nl (@refdag) 26 de octubre de 2018