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Boeing sufre nuevos problemas, esta vez por las sanciones antirrusas
Una empresa que fabricaba una pieza crítica para la producción del 787 tuvo que abandonar el suelo ruso a raíz de las sanciones occidentales, y su producción actual en Occidente no satisface la demanda.
El 787 Dreamliner, un avión de fuselaje ancho fabricado por el gigante aeronáutico estadounidense Boeing, tiene problemas de producción debido, en parte, a dificultades con la cadena de suministro provocadas por las sanciones antirrusas, informó The Wall Street Journal (WSJ) este viernes.
El WSJ señala que la empresa aeronáutica tiene problemas para adquirir las cantidades necesarias del intercambiador de calor para sistemas de aire acondicionado, un componente crítico que regula la temperatura en los aviones. Boeing los había estado obteniendo de la unidad Collins Aerospace de RTX, que los fabricaba a través de una empresa conjunta con Hamilton Standard-Nauka en Rusia. Sin embargo, en los primeros días de la operación militar especial rusa en Ucrania, se impusieron restricciones comerciales a los productos rusos y la empresa RTX trasladó su producción a Occidente.
Según el WSJ, en ese momento Boeing estaba construyendo tan pocos aviones que RTX pudo mantenerse al día con la demanda, pero a partir de que hubo un incremento de solicitudes de esos modelos, las nuevas fábricas, en EE.UU. y el Reino Unido, no pudieron dar abasto.
El reciente informe de resultados de Boeing, en el primer trimestre de este año, indica que las entregas conjuntas de los modelos 737 y 787 constituyen el 96 % de la cartera de pedidos actual de aviones comerciales de la compañía.
A principios de la semana pasada, Reuters tuvo acceso a un memorando de Scott Stocker, vicepresidente y director general del 787, donde explicaba a sus trabajadores que la escasez de proveedores "en algunas piezas clave" ralentizaría la tasa de producción y entregas de esos modelos, a pesar de tener una "fuerte demanda".
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