El saber sí 'ocupa' lugar
El movimiento de protesta ha sido bautizado 'Ocupa Graduación' y es fruto de la creatividad del fabricante de helados de EE.UU. Ben Cohen, que concibe el movimiento como una manera para que los estudiantes protesten contra el precio creciente de la educación. Eso sí, sin interrumpir las ceremonias de graduación de sus compatriotas.
Hermano menor del movimiento Ocupa
En protesta contra el aumento de costos, el movimiento pide que los estudiantes coloquen una pegatina con su deuda en sus gorras. La iniciativa parece estar cobrando ímpetu, pues al menos seis universidades se han unido ya al llamamiento, incluida la Universidad de la Ciudad de Nueva York, de George Washington y de Carolina del Norte.
La deuda estudiantil representa ahora la mayor de los consumidores en la sociedad estadounidense con un nivel de 25.250 dólares de promedio para el final del curso. Se espera que uno de cada cinco estudiantes no pague su deuda, dañando gravemente su calificación de crédito.
"Ya estamos viendo un gran aumento: un gran número de impagos de préstamos estudiantiles en todo el país. Y que sobreviene a una velocidad similar como cuando los préstamos hipotecarios comenzaron a no pagarse y esto tiene un efecto acumulativo, es una espiral descendente", denuncia a RT Edward Needham, uno de los manifestantes.
Con la mochila cargada de deuda
Con las elecciones de Estados Unidos a la vuelta de la esquina, el presidente Obama y el candidato republicano Mitt Romney abordan en sus programas la cuestión de los préstamos estudiantiles como un problema cada vez más acuciante de las familias de clase media.
"No creo que sea capaz de pagar mi deuda durante toda mi vida", reconoce a RT el profesor a tiempo parcial Mike Friedman, cuya deuda total asciende a 150.000 dólares.
Las tasas de interés para los préstamos federales, una de las principales fuentes de flujo de efectivo para los estudiantes de EE. UU. se duplicarán este mes de julio, a menos que intervenga el Gobierno.
A los jóvenes de EE. UU. se les ha inculcado la idea de que la educación superior es una puerta de entrada a la estabilidad y la riqueza. Sin embargo, las crecientes cifras de desempleo y una deuda potencial para toda la vida los están obligando a reevaluar sus aspiraciones académicas.