A ciegas

Cuando te levantas por la mañana y ves que en la calle hace frío, que está todo nublado y que llueve, lo único que quieres es esconderte debajo de la manta y no ir a ningún lado. Y qué difícil es apagar el despertador, apoyar los pies en el piso y levantarse pensando 'ir o no ir', para finalmente dirigirse a aquello que te impidió disfrutar del calorcito de tu cama. Para superar esa horrible sensación, cuando la vida parece ya no tener sentido, la psicología básica recomienda pensar en gente que lo está pasando peor. Y créeme: en este momento hay personas que también están sufriendo el mal tiempo, pero de una manera un poco diferente: buscando la pista entre las nubes para acariciar la tierra con un suave aterrizaje.
A decir verdad, no es sufrimiento y no hace falta buscar la pista girando desesperadamente la cabeza para todos lados: simplemente así sonaba más poético. Tenemos muchos instrumentos que utilizamos durante un aterrizaje 'ciego', así que tan ciego en realidad no es. Pero igual, ¿te imaginas qué se siente al volar a 300 kilómetros por hora cuando lo único que se ve por la ventana son las gotas de la lluvia con un fondo completamente gris y sabiendo que ahí delante supuestamente tiene que estar la pista? Por mas experimentado que sea el piloto, una aproximación con visibilidad mínima siempre provoca cierta tensión. No, no es miedo y no estoy hablando de un ataque de nervios.Es difícil saber que la pista está enfrente de ti pero que todavía no se ve: hay que esperar a que aparezca sin distraerse de los instrumentos, porque el avión ya esta cerca de tierra y una pequeña perdida de altura puede provocar un accidente o, al menos, una charla desagradable con tu jefe.
Hay diferentes sistemas que permiten llevar a cabo una aproximación 'ciega'. Cada sistema provee un diferente nivel de precisión, por eso el uso de cualquiera de ellos depende de las condiciones meteorológicas y del equipo del aeropuerto. Uno de los más comunes y sin duda el más preciso es el sistema de aterrizaje por instrumentos 'ILS' (Instrument Landing System). El 'ILS' transmite dos señales de radio que, al ser recibidas por el receptor del avión, hacen mover unas agujas en el horizonte artificial. Si el avión esta alineado con la pista y descendiendo por la senda de planeo, las dos agujas se cruzan en el medio delinstrumento. Si la nave, por ejemplo, viene muy alto, una de las agujas se desplaza hacia la parte inferior, y lo mismo pasa en caso de un desvió lateral.La idea es juntar a las agujas en el centro y esperar que la pista aparezca delante de ti. 

 Esto es lo que ve en su pantalla un piloto de Airbus A320 durante una aproximación por 'ILS'. La cruz verde en el medio del horizonte artificial y los dos rombos de color púrpura muestran que el avión esta alineado con la pista y descendiendo por la trayectoria correcta. 
No parece muy difícil, ¿verdad? En realidad sí que lo es. Primero, no nos olvidemos de que, al ser pesado e inerte, el avión no reacciona de inmediato a los comandos, y si no tenemos eso en cuenta al final vamos a terminar volando de acá para allá, bien lejos de la pista y con un montón de pasajeros mareados. Segundo, como afuera no se ve nada, el cuerpo no puede identificar los movimientos, y lo único que nos recuerda que no estamos sentados mirando al techo, sino volando, son  los instrumentos: nada más. Y eso no es para nada fácil: cuando la cabeza no recibe información del sistema vestibular, el ojo registra con dificultad pequeños cambios de las indicaciones, por eso la lectura de los instrumentos requiere muchísima concentración. Aparte de eso no sólo tenemos que 'juntar' las agujas del 'ILS': también hay que controlar la velocidad, los parámetros de los motores, sacar los flaps,el tren de aterrizaje y las luces, hacer chequeos y mantener comunicaciones con la torre. Tercero: como hace mal tiempo es muy probable que también haya viento y turbulencia, lo que hace que una obra maestra de pilotaje se convierta en un mamarracho en forma de zigzag. Igual, si se complica demasiado siempre podemos encender el autopiloto y él se las arregla.Pero al pasar la altitud de decisión y teniendo a la pista en el campo visual lo apagamos y seguimos el aterrizaje manualmente. En algunos casos el autopiloto no se apaga y el avión aterriza solo, pero eso requiere un equipo de pista muy sofisticado y no todos los aeropuertos lo tienen.  
Una de las preguntas mas frecuentes que me hace la gente, es cómo hacemos para encontrar la pista en las nubes cuando alrededor no se ve nada. En general ya con decir que tenemos ‘instrumentos especiales’ dicen: ‘Aaaaaa’ y se tranquilizan. No sé que clase de instrumento se imagina la gente en ese momento, pero como veras no es nada de otro mundo: es más, el sistema 'ILS' apareció en los años 30 y se sigue usando hasta ahora.