Las costas de Nueva Zelanda ante la amenaza tóxica del Rena
Diversos glóbulos de petróleo vertidos por el carguero Rena, que naufragó cerca de las costas de Nueva Zelanda, comenzaron a llegar este lunes a las costas de la Isla Norte de este país. En la zona se encuentra el arrecife Astrolabe, conocido por la riqueza de su fauna y flora marinas, que serían afectadas gravemente por el "chapopote". El desastre del Rena podría convertirse en el peor en la historia de Nueva Zelanda si el buque termina por partirse.
Los glóbulos viscosos y oscuros se expanden sobre un área de un kilómetro en la playa Mount Manganui, una de las más populares del país, en la ciudad portuaria de Tauranga. Ross Henderson, el portavoz de la Autoridad Marítima (MNZ, por sus siglas en inglés), advirtió a la población para que se mantengan alejados del área debido a que la sustancia es "altamente tóxica".
En alta mar, los equipos de limpieza encargados de extraer el combustible del barco reanudaron este lunes sus labores, que habían sido suspendidas por el mal tiempo. La extracción del combustible del Rena podría durar entre 30 y 40 horas, aunque la rapidez con la que se realicen estas tareas dependerá de las condiciones meteorológicas. Mientras tanto, los pronósticos informan que una tormenta próxima podría provocar la ruptura del carguero.
La MNZ calcula que entre 130 y 350 toneladas de petróleo se han fugado de los tanques del Rena, pero la mayor parte se encuentra en el interior del buque.
En un vuelo por la zona, las autoridades señalaron que el carguero sigue intacto sin signos de "deformación" pero que se mueve constantemente debido a las malas condiciones meteorológicas.
Por su parte, el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, visitó la zona y dijo este lunes a una cadena local que se trata de "una situación muy inusual" a nivel mundial, ya que el barco viajaba "a gran velocidad" y a pesar de que se encontraba en "aguas tranquilas" naufragó "en un arrecife que ha sido muy bien documentado".
El carguero Rena, de 236 metros de eslora y 21 años de antigüedad, naufragó el miércoles pasado en el arrecife Astrolabe, a unos 12 kilómetros de la costa, en su travesía entre las ciudades portuarias de Napier a Tauranga, ambas en la Isla Norte, cuando transportaba unas 1.700 toneladas de combustible pesado y cuatro contenedores de una sustancia tóxica de ferrosilicio.