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Irak declara la guerra a la libertad de prensa
Irak va a decretar el cierre de varias decenas de medios de información que trabajan en el país, según afirma la la organización de defensa de derechos humanos iraquí.
En total serán 44 los medios que cerrará el gobierno, que los acusa de supuestas violaciones de la 'Ley de derechos de periodistas'.
Según la organización de defensa de derechos humanos iraquí Observatorio de Libertades Periodísticas, que dice disponer de un documento emitido por el Gobierno, las autoridades ordenaron al Departamento de Relaciones y Medios a “cesar la cooperación mediática con estas agencias e informar a la policía para que bloquee estas cadenas”. La aprobación de dicha ley generó mucha indignación entre los defensores de derechos y la comunidad periodística, cuyos representantes realizaron varias manifestaciones exigiendo anular el documento,que contemplan como un intento de limitar la libertad de expresión. Según ellos esta legislación ofrece al gobierno un amplio abanico de posibilidades para influir en la política editorial y regularla.
La Sociedad Iraquí para la Defensa de la Libertad de Prensa declaró que “la ley es una violación clara de la Constitución iraquí”, y además contraviene la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Gracias a esta ley, el gobierno iraquí tiene la facultad para intervenir si una agencia de noticias atiza la violencia sectaria. Sin embargo, el texto legal no precisa el término de ´violencia sectaria´, lo que, según los defensores de derechos, concede a las autoridades una poder casi ilimitado de injerencia en el sector de los medios de información.
Según la organización de defensa de derechos humanos iraquí Observatorio de Libertades Periodísticas, que dice disponer de un documento emitido por el Gobierno, las autoridades ordenaron al Departamento de Relaciones y Medios a “cesar la cooperación mediática con estas agencias e informar a la policía para que bloquee estas cadenas”. La aprobación de dicha ley generó mucha indignación entre los defensores de derechos y la comunidad periodística, cuyos representantes realizaron varias manifestaciones exigiendo anular el documento,que contemplan como un intento de limitar la libertad de expresión. Según ellos esta legislación ofrece al gobierno un amplio abanico de posibilidades para influir en la política editorial y regularla.
La Sociedad Iraquí para la Defensa de la Libertad de Prensa declaró que “la ley es una violación clara de la Constitución iraquí”, y además contraviene la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Gracias a esta ley, el gobierno iraquí tiene la facultad para intervenir si una agencia de noticias atiza la violencia sectaria. Sin embargo, el texto legal no precisa el término de ´violencia sectaria´, lo que, según los defensores de derechos, concede a las autoridades una poder casi ilimitado de injerencia en el sector de los medios de información.
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