Acusan a mineros sudafricanos de la muerte de sus compañeros abatidos por la Policía

Los mineros serán juzgados según la doctrina del 'propósito común', bajo la acusación de haber estado entre la muchedumbre que se enfrentó a la Policía y de haber provocado el fuego. 259 de los acusados fueron detenidos el mismo día del tiroteo, los otros 11 son heridos puestos bajo arresto tras su hospitalización, seis de ellos todavía permanecen ingresados en las clínicas.

“Todos los acusados tenían un propósito común. Todos son sospechosos de encender la chispa de una confrontación contra los agentes. Los disparos tienen consecuencias fatales”, declara el portavoz de la Fiscalía, Frank Lesenyego.

Los policías que dispararon contra los mineros, en cambio, no serán juzgados por el momento. Según comunican las autoridades, primero debe llevarse a cabo una investigación que esclarezca los hechos. La apertura de un proceso penal en contra de los agentes dependerá del informe final de la comisión que está dedicándose a analizar los detalles de lo sucedido.

El tiroteo letal que se cobró la vida de 44 personas se produjo el pasado 16 de agosto, cuando los agentes de policía intentaron desmantelar las barricadas, montadas por los trabajadores en huelga de la mina de Lonmin, a unos 100 kilómetros al noroeste de Johannesburgo. Se vieron atacados por una multitud armada con machetes y palos y abrieron fuego en su contra. Según la Policía, algunos de los fallecidos en el choque tenían heridas en la espalda. De ahí concluyen que hubo un grupo de activistas que obligó a los mineros a asaltar a los agentes, bajo la amenaza de usar la fuerza.