Reino Unido presenta el plan nuclear más ambicioso de Europa
El uso de la energía nuclear es cada vez más espinoso después del desastre de Fukushima. Pero Reino Unido considera que sus 16 reactores, que producen un 15 % de la electricidad consumida en el país, garantizan tanto energía no contaminante como autonomía ante los países ricos en hidrocarburos.
El ambicioso plan energético británico pretende construir ocho centrales nuevas para el 2025, para sustituir a las que ya se han quedado obsoletas. No se espera ninguna ayuda de la Unión Europea en la construcción de las instalaciones, lo que es significativo puesto que cada reactor podría costar hasta 5.000 millones de euros. Por eso, el número de excépticos de la viabilidad del proyecto se multiplica día a día.
“Me parece un poco extraño que el Reino Unido, que es un país bastante grande y sofisticado, se esté planteando esta inversión. Los que quieren invertir en energía nuclear en sus propios países no pueden y entonces dicen 'Vamos a hacerlo en Reino Unido'", dice el activista antinuclear y escritor Andy Blowers.
La mala fama de la energía nuclear y el temor social ante un eventual desastre son algunos argumentos en contra del proyecto. Con esta presión, la compañía francesa EDF, con la que ya se habían firmado algunos acuerdos, se retiró del plan británico después del accidente de Japón.
"Originalmente había cuatro empresas nucleares que construirían las nuevas centrales en Reino Unido", precisa Kate Hudson, activista de la campaña por el desarme nuclear. “Pero RWE y EON se han retirado ahora. Es como si el gobierno no se hubiera dado cuenta de que se veían venir las posturas en contra de la energía nuclear”, dice.
No obstante, los británicos tratan de mantener a toda costa su independencia energética de países como Rusia o China. Por eso están decididos a actuar.