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'Protestas estudiantiles' provocan pérdidas millonarias en Chile
Las autoridades chilenas han informado que "las protestas estudiantiles" han supuesto daños por 900.000 dólares. Unas pérdidas que, convertidas a pesos, superan los 400 millones, suma en la que se valoran los tres autobuses incendiados durante los disturbios de este miércoles, y que se han saldado con el arresto de 75 estudiantes.
Las revueltas han sido provocadas, en opinión del Gobierno, por estudiantes que aprovecharon una marcha no autorizada para realizar actos de vandalismo, antes de ser dispersados por la Policía. La televisión local mostró imágenes de los autobuses ardiendo en varios puntos de la ciudad y, en principio, no informó de víctimas ni de más daños materiales.
De acuerdo con los primeros informes, algunos manifestantes lograron detener los autobuses, evacuándolos antes de prenderles fuego, según difundió AFP.
Por su parte, los jóvenes niegan las acusaciones y aseveran que dichas acciones fueron “orquestadas” desde el poder político.
Esta marcha estudiantil se suma a la larga lista de protestas que se vienen sucediendo en el país andino para reivindicar una educación pública, gratuita y de calidad, y en respuesta a las negativas del Ejecutivo de Sebastián Piñera para poner en marcha una reforma educativa largo tiempo reclamada.
El chileno es uno de los sistemas educativos más privatizados del mundo, desde las reformas aplicadas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Las demandas estudiantiles cuentan con un amplio respaldo de la sociedad, en particular de la clase media, la más afectada por un sistema que incentiva el endeudamiento para costear los estudios. La presencia de esta capa social es muy representativa en unas marchas que los estudiantes han intensificado en los últimos años, con el objeto de, ante la falta de diálogo con el Gobierno, trascender la mera protesta y erigirse en medio de presión efectivo en los próximos comicios de Chile.
De acuerdo con los primeros informes, algunos manifestantes lograron detener los autobuses, evacuándolos antes de prenderles fuego, según difundió AFP.
Por su parte, los jóvenes niegan las acusaciones y aseveran que dichas acciones fueron “orquestadas” desde el poder político.
Esta marcha estudiantil se suma a la larga lista de protestas que se vienen sucediendo en el país andino para reivindicar una educación pública, gratuita y de calidad, y en respuesta a las negativas del Ejecutivo de Sebastián Piñera para poner en marcha una reforma educativa largo tiempo reclamada.
El chileno es uno de los sistemas educativos más privatizados del mundo, desde las reformas aplicadas durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Las demandas estudiantiles cuentan con un amplio respaldo de la sociedad, en particular de la clase media, la más afectada por un sistema que incentiva el endeudamiento para costear los estudios. La presencia de esta capa social es muy representativa en unas marchas que los estudiantes han intensificado en los últimos años, con el objeto de, ante la falta de diálogo con el Gobierno, trascender la mera protesta y erigirse en medio de presión efectivo en los próximos comicios de Chile.
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