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Corea del Norte debe "dejar de jugar con fuego"
Las amenazas de Corea del Norte a su vecino del sur no solo dañan la seguridad de la península coreana, sino de todo el mundo, opinaron los líderes mundiales después de que Pyongyang declarara que su relación con Seúl entró "en fase de guerra".
"Corea del Norte debe dejar de jugar con fuego. Estamos colaborando con nuestros socios para conseguir que Pyongyang acabe con sus amenazas y abandone su programa nuclear, que está violando las normas del derecho internacional. La situación en la península coreana afecta la arquitectura de la seguridad en todo el mundo", puntualizó el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle.
Francia, a su vez, instó a Corea del Norte a abstenerse de "toda nueva provocación" y a que "cumpla sus obligaciones internacionales y retome rápidamente el camino del diálogo". Londres, por su parte, insiste en que las amenazas de Pyongyang servirán "solo para aislarlo aun más" y puntualiza que el país podrá asegurar sus intereses a largo plazo exclusivamente a través de un compromiso constructivo con la comunidad internacional.
Desde el punto de vista del ministro de Exteriores de Australia, Bob Carr, Pyongyang "es una auténtica amenaza a la seguridad de millones de personas". Carr planteó la necesidad de endurecer aún más las sanciones contra el país aunque, al mismo tiempo, destacó que sus fuentes no testimonian ningún aumento drástico de preparación militar por parte del Gobierno norcoreano.
Francia, a su vez, instó a Corea del Norte a abstenerse de "toda nueva provocación" y a que "cumpla sus obligaciones internacionales y retome rápidamente el camino del diálogo". Londres, por su parte, insiste en que las amenazas de Pyongyang servirán "solo para aislarlo aun más" y puntualiza que el país podrá asegurar sus intereses a largo plazo exclusivamente a través de un compromiso constructivo con la comunidad internacional.
Desde el punto de vista del ministro de Exteriores de Australia, Bob Carr, Pyongyang "es una auténtica amenaza a la seguridad de millones de personas". Carr planteó la necesidad de endurecer aún más las sanciones contra el país aunque, al mismo tiempo, destacó que sus fuentes no testimonian ningún aumento drástico de preparación militar por parte del Gobierno norcoreano.
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