Sociedad
La 'sobrecarga' de los kilos de más: sacan de un vuelo a un obeso por "invadir asientos"
Un hombre de Texas que pesa alrededor de 154 kilos ha denunciado la humillación a la que se vio sometido en un vuelo de Southwest Airlines, después de que lo sacaran del avión nada más subir, ante la mirada de pasajeros que aguardaban para embarcar.
El único 'delito' de Matthew Harper, un estadounidense de 34 años de edad, es ser obeso. Una vez sacado del avión, una mujer miembro de la tripulación le preguntó si estaba al tanto de la política de la empresa en relación a los pasajeros con sobrepeso, que invita a las personas que no caben en el espacio asignado y que
"invaden cualquier parte de los asientos vecinos" a que se compren un segundo billete con antelación.
"Yo puedo sacarlo de este vuelo ahora mismo", lo amenazó la empleada, según Harper. El estadounidense repuso que todavía quedaba un asiento vacío entre el que ocupaba su hermano y el suyo. Tras media hora de discusión, finalmente le permitieron subir de nuevo en el avión, que cubría la ruta entre Chicago y Denver.
"Cuando volví a entrar en el avión lo único que podía hacer era agachar la cabeza", dijo el estadounidense, que se sintió avergonzado entre los pasajeros que lo miraban. "Nunca había sido humillado así en toda mi vida", confiesa Harper, que -reconoce- llegó a sentirse "como un criminal".
Matthew Harper presentó una denuncia contra Southwest Airlines, rechazando los cien mil dólares de indemnización que le ofrecieron para evitar emprender acciones legales.
Un portavoz de Southwest Airlines presentó excusas y dijo que la compañía tiene previsto examinar el incidente, pero precisó que “es importante aclarar que el pasajero realizó su viaje como tenía previsto" y que la compañía no le impidió embarcar. "Nuestro empleado le informó de nuestra política y procedió a viajar como estaba previsto", aclaró.
"Yo puedo sacarlo de este vuelo ahora mismo", lo amenazó la empleada, según Harper. El estadounidense repuso que todavía quedaba un asiento vacío entre el que ocupaba su hermano y el suyo. Tras media hora de discusión, finalmente le permitieron subir de nuevo en el avión, que cubría la ruta entre Chicago y Denver.
"Cuando volví a entrar en el avión lo único que podía hacer era agachar la cabeza", dijo el estadounidense, que se sintió avergonzado entre los pasajeros que lo miraban. "Nunca había sido humillado así en toda mi vida", confiesa Harper, que -reconoce- llegó a sentirse "como un criminal".
Matthew Harper presentó una denuncia contra Southwest Airlines, rechazando los cien mil dólares de indemnización que le ofrecieron para evitar emprender acciones legales.
Un portavoz de Southwest Airlines presentó excusas y dijo que la compañía tiene previsto examinar el incidente, pero precisó que “es importante aclarar que el pasajero realizó su viaje como tenía previsto" y que la compañía no le impidió embarcar. "Nuestro empleado le informó de nuestra política y procedió a viajar como estaba previsto", aclaró.
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