Cultura
“La Pandilla Voladora”, los superhéroes que combaten la crisis española a golpe de rumba
Un supergrupo se presenta en España como antídoto a la crisis económica. Con su música quiere alejar de la población el sentimiento derrotista y despertar la esperanza colectiva.
Se equivocan aquellos que piensan que la crisis económica de España se combate con recortes y políticas de austeridad. Y que la falta de ideas era la causante de arrastrar al país, al pozo sin fondo, del que sólo puede sacarnos el rescate financiero.
Varios artistas decidieron unir sus fuerzas y talentos para resurgir como ave fénix de las cenizas, de una nación arrasada por la coyuntura, el índice de paro más alto de Europa y la corrupción. De esta manera irrumpe en el panorama musical La Pandilla Voladora, superhéroes anticrisis que a golpe de rumba quiere devolver la ilusión a un pueblo al borde de un ataque de nervios.
Los cinco enmascarados que defenderán como caballeros andantes la alegría que tanto caracteriza a los españoles son: Albert Pla, Muchachito Bombo Infierno, El Lichis, Tomasito y El Canijo de Jerez, y los escuderos Diego Cortés, David Sáenz de Buruaga y Tino di Geraldo.
Hace mucho tiempo que España no sonríe y no es para menos, las políticas que el Ejecutivo de Rajoy implementa auspiciado por la Troika y Europa mantienen a la población al límite. La crispación y el disgusto llenan el calendario de movilizaciones y protestas que van minando la moral a la vez que incendian los ánimos entre la ciudadanía.
La brecha entre la clase política, la empresarial y la ciudadana es tal que la aparición de La Pandilla Voladora promete cargar de positivismo el espíritu mediterráneo, ése al que tanto llamamiento se hace desde diferentes campañas mediáticas.
El verano y el flamenco Rock se erigen como la fórmula de la coca cola porque aseguran estos héroes anónimos que “del deporte también se sale”, una clara referencia para navegantes.
Esta no es la primera vez que el colectivo musical implica a un grupo de artistas para dar sobre los escenarios lo mejor de sí y despertar el entusiasmo colectivo. Antes fue el denominado G-5 con Kiko Veneno, Tomasito, Los Delinqüentes y Muchachito Bombo Infierno, quienes en 2006 iniciaron el germen que La Pandilla retoma en unos difíciles momentos.
España ya tiene ahora a quién pedir ayuda y quién la defienda de los avatares económicos, los especuladores financieros, la prima de riesgo, los desahucios y el desempleo. En esta Pandilla hay mucho arte y esos son sus superpoderes.
O quizá sólo a golpe de rumba haga olvidar a la sociedad por al menos un momento esas cifras que a modo de números rojos dicen que el país sigue en el fondo y los brotes verdes están lejos de aparecer.
Si no sabe cómo contactar con ellos empiece a tocar las palmas.
Axier Amo Izarra, RT
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
Varios artistas decidieron unir sus fuerzas y talentos para resurgir como ave fénix de las cenizas, de una nación arrasada por la coyuntura, el índice de paro más alto de Europa y la corrupción. De esta manera irrumpe en el panorama musical La Pandilla Voladora, superhéroes anticrisis que a golpe de rumba quiere devolver la ilusión a un pueblo al borde de un ataque de nervios.
Los cinco enmascarados que defenderán como caballeros andantes la alegría que tanto caracteriza a los españoles son: Albert Pla, Muchachito Bombo Infierno, El Lichis, Tomasito y El Canijo de Jerez, y los escuderos Diego Cortés, David Sáenz de Buruaga y Tino di Geraldo.
Hace mucho tiempo que España no sonríe y no es para menos, las políticas que el Ejecutivo de Rajoy implementa auspiciado por la Troika y Europa mantienen a la población al límite. La crispación y el disgusto llenan el calendario de movilizaciones y protestas que van minando la moral a la vez que incendian los ánimos entre la ciudadanía.
La brecha entre la clase política, la empresarial y la ciudadana es tal que la aparición de La Pandilla Voladora promete cargar de positivismo el espíritu mediterráneo, ése al que tanto llamamiento se hace desde diferentes campañas mediáticas.
El verano y el flamenco Rock se erigen como la fórmula de la coca cola porque aseguran estos héroes anónimos que “del deporte también se sale”, una clara referencia para navegantes.
Esta no es la primera vez que el colectivo musical implica a un grupo de artistas para dar sobre los escenarios lo mejor de sí y despertar el entusiasmo colectivo. Antes fue el denominado G-5 con Kiko Veneno, Tomasito, Los Delinqüentes y Muchachito Bombo Infierno, quienes en 2006 iniciaron el germen que La Pandilla retoma en unos difíciles momentos.
España ya tiene ahora a quién pedir ayuda y quién la defienda de los avatares económicos, los especuladores financieros, la prima de riesgo, los desahucios y el desempleo. En esta Pandilla hay mucho arte y esos son sus superpoderes.
O quizá sólo a golpe de rumba haga olvidar a la sociedad por al menos un momento esas cifras que a modo de números rojos dicen que el país sigue en el fondo y los brotes verdes están lejos de aparecer.
Si no sabe cómo contactar con ellos empiece a tocar las palmas.
Axier Amo Izarra, RT
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
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