Un golpe militar contra Siria sumergirá a Europa en una catástrofe humanitaria

7 millones de personas, casi un tercio de la población siria, han sido desplazadas por la guerra civil que dura más de dos años, según datos de la ONU. De ellos, unos dos millones -la mitad de ellos niños- se registraron oficialmente como refugiados. Es decir, no residen en campos temporales en el territorio sirio, sino que han huido al extranjero, sobre todo a los países vecinos como el Líbano, Jordania y Turquía, variando la cantidad de refugiados entre 150.000 y 720.000 por país.

Los expertos internacionales reportan que los refugios temporales están sobrepoblados, es cada vez más difícil proveer asistencia social y médica a la gente y es imposible facilitar educación a los niños. Las autoridades del Líbano ya han advertido: a pesar de todas las donaciones que les llegan, a partir de octubre no tendrán dinero ni para abastecer con alimentos a un cuarto de los refugiados. En esta situación, más y más sirios buscan la posibilidad de huir a estados europeos. Según filtran los medios de comunicación, actualmente florece una amplia red ilegal de transporte de refugiados: los mediadores cobran entre 20.000 y 60.000 dólares por ayudar a recibir asilo en Europa Occidental.

Según comentó un representante del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE al diario ruso 'Kommersant', desde la primavera de 2011 más de 30.000 sirios han recibido asilo en su territorio, especialmente en Suecia y Alemania. Estocolmo anunció que está dispuesto a autorizar la residencia permanente para cualquier sirio, mientras que Berlín y Bruselas aumentaron la cuota para recibir más refugiados. Es más, los estados europeos acordaron entre sí que ningún sirio puede ser deportado a su país natal, da igual cómo llegó a territorio europeo. Sin embargo, no todos los países están dispuestos a asumir los riesgos de la inmigración siria. Francia ya da a entender que excluye la posibilidad de una cuota adicional, mientras que Bulgaria refuerza su frontera con Turquía para frenar el flujo de sirios que intentan penetrar en su territorio para ir luego a Europa Occidental.

En caso de intervención extranjera, el flujo de inmigrantes sirios ilegales crecerá incontrolablemente, lo que pondrá a Europa al borde de una catástrofe humanitaria. "Cualquier acción militar puede aumentar aún más el número de refugiados", asume el ministro del Interior de Alemania, Hans-Peter Friedrich. Cualquiera que reciba permiso de residencia temporal, recibe también acceso al mercado laboral y a los servicios médicos y sociales, subrayan en la Oficina Federal de Migración y Refugiados de Alemania (BAMF) y añaden que es muy poco probable que la UE sacudida por la crisis del euro pueda resistir esta nueva carga.