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Los suizos apoyan una iniciativa para endurecer la política de inmigración
Los ciudadanos suizos apoyaron este domingo mediante un referéndum una iniciativa para endurecer la política de inmigración, lo que podría agravar las relaciones entre Berna y Bruselas.
Un 50,5% de la población votó a favor de la medida, según los resultados oficiales de la mayoría de cantones suizos, difundidos por la agencia Efe.
La iniciativa conocida como 'Gegen Masseneinwanderung' (Contra la inmigración masiva) fue presentada por el Partido Nacionalista del Pueblo (SVP), que tiene más de una tercera parte de los asientos en la Cámara Baja, y tiene como objetivo restablecer cuotas anuales sobre el número de extranjeros que vienen al país para trabajar, lo que pondría fin a la política de libre circulación dentro de la UE y Suiza que se estableció en 2008.
Este plan ha alarmado a algunas de las compañías más grandes del país de varios sectores económicos como la construcción, fabricación, atención a la salud o agricultura, todos ellos dependientes de los trabajadores extranjeros, así como al Gobierno actual, ya que el cambio en la política migratoria del país podría perjudicar la economía suiza, que actualmente está en unas condiciones mucho mejores que las de sus vecinos europeos.
Según el partido promotor de la iniciativa, esto plantea algunos problemas graves, como una mayor carga para el Sistema de Seguridad Social, la necesidad de inversiones adicionales en infraestructuras, precios de alquiler en auge y un desempleo por encima de lo habitual (actualmente la tasa se sitúa en el 3%).
La iniciativa conocida como 'Gegen Masseneinwanderung' (Contra la inmigración masiva) fue presentada por el Partido Nacionalista del Pueblo (SVP), que tiene más de una tercera parte de los asientos en la Cámara Baja, y tiene como objetivo restablecer cuotas anuales sobre el número de extranjeros que vienen al país para trabajar, lo que pondría fin a la política de libre circulación dentro de la UE y Suiza que se estableció en 2008.
Este plan ha alarmado a algunas de las compañías más grandes del país de varios sectores económicos como la construcción, fabricación, atención a la salud o agricultura, todos ellos dependientes de los trabajadores extranjeros, así como al Gobierno actual, ya que el cambio en la política migratoria del país podría perjudicar la economía suiza, que actualmente está en unas condiciones mucho mejores que las de sus vecinos europeos.
Según el partido promotor de la iniciativa, esto plantea algunos problemas graves, como una mayor carga para el Sistema de Seguridad Social, la necesidad de inversiones adicionales en infraestructuras, precios de alquiler en auge y un desempleo por encima de lo habitual (actualmente la tasa se sitúa en el 3%).
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